miércoles, 25 de septiembre de 2019

CAPITULO 4 : LOS MEJORES COCINEROS DE LA HISTORIA


                                     

                                              MEJORES COCINEROS DE LA HISTORIA
     

Paul Bocuse (1926-2018)




La leyenda viviente y el padre de muchos de los cocineros franceses. Creador de normas y reglas, puso su excelente aporte a la gastronomía, gracias a él se comenzó a modernizar la cocina francesa con nuevas técnicas traídas de diversas partes del mundo para pulir su concepto de nouvelle cusine, la cual fue pésimamente criticada por los medios de la época. Pero paul  bocuse supo defender sus posturas y explicar sus razones con lo cual gano fama como afamado Chef y un digno seguidor de Escoffier.


Nació en la región de Lyon y desde temprana edad comenzó a internarse en el mundo de la cocina, trabajando para los grandes chefs de entonces. Fue Fernand point quien lo guió sobre las buenas técnicas y sabores puliendo sus conocimientos. Sufrió de escaseces de alimentos y tiempos de guerra, los cuales le sirvieron para aprovechar al máximo la nobleza del producto.


El estilo de cocina de Bocuse en cocina es de una gran ejecución técnica, maximizando sabores  en un montaje sencillo. Posee múltiples platos insignias que lo han llevado a glorias culinarias, aquí les mostramos algunos de ellos:




La clásica longaniza de cerdo de Lyon envuelta y cocida en pan brioche. Una especialidad regional acompañada solo por salsa de carne. Simple y divino.
El pescado rouget (pargo) con escamas de papa. Este fue el inicio de carnes con valor agregado. Servido con salsa Nantua (de crustáceos).



El plato con el que deleito a príncipes, presidentes y a la realeza en generalLa sopa de trufas  negras. Una generosa cuota de tuber melanosporum cubierta por masa de hoja. Al momento de servir el comensal rompe la cubierta dejando escapar todos los maravillosos aromas contenidos. Una experiencia única.



Con más de 70 años como chef y un restaurante tres estrellas Michelin, Paul Bocuse actualmente recorren el mundo difundiendo su ideología y continúa supervisando su restaurante y sus brasseries. Además de poseer un concurso a su nombre: El Bocuse d’or. Y una escuela de cocina. Este gran chef mantiene su enorme orgullo por la cocina francesa defendiendo a los antiguos maestros y enseñando a quienes darán su aporte futuro.

Lamentablemente, fallece el año 2018 dejando un legado muy importante.






Fernand Point (1897 a 1955)





El maestro de los cocineros de Francia, el absoluto emperador de la cocina moderna francesa, puede que lo estemos halagando mucho, pero fue gracias a él que los estilos culinarios comenzaron a tomar fineza, delicadeza y sobretodo modernidad.

Fernand point nació en Louhans, en la región de Bourgogne de Francia en el año 1897. Su padre era dueño de su propio hotel-restaurant. Fue aquí donde Fernand empezó su trabajo y aprendizaje junto con su madre y abuela, ambas cocineras. Estos fueron los primeros encuentros que tuvo con la cocina, inmediatamente empezó su pasión para dedicarse a aquellos sabores, siempre deleitado con el aroma de guisos y caldos de las cacerolas. Incansable por saber aun mas, recorrió Francia en busca de su propio aprendizaje en restaurantes y hoteles de París, donde adquiere experiencia para generar sus propias ideas.

En 1923 su padre deja el hotel de Louhans para mudarse a Vienna, donde inaugura su nuevo local, pero el año 1925 fallece y es Fernand quien toma el control del restaurant. Lo remodela y aumenta su capacidad, le cambia el nombre a La Pirámide”, del cual hoy en día aun mantiene sus funciones.



Fue en su propio restaurant donde desarrolló sus estilos. Sus pautas fueron ley al interior de la cocina manteniendo un gran dominio sobre su  brigada. Poseía una personalidad excéntrica, jovial, perfeccionista e intransigente. Todo esto lo hace adquirir fama, sobre todo entre los criticos gastronómicos de la época, de los cuales Curnonsky fue quien más lo alabó, ya que era capaz de entregar grandes obras culinarias con nobles y sencillos ingredientes, como en los siguientes ejemplos de algunos de sus platos firma:



El huevo frito pero en esa época marcó mucho su manera de hacer los huevos. Su técnica era quebrarlos sobre una mantequilla derretida y cocinarlos a fuego suave, obteniendo clara cocida y yema cremosa. Luego eran sazonados con sal y pimienta recién molida para luego descansar en un plato donde era rociado con más mantequilla derretida. Sin duda aquellos sencillos placeres que nos gustan.


Su célebre Gratín de Papas, el cual era nada más que papas, sal, pimienta, ajo, crema y mantequilla. Fernand acostumbraba a frotar cabezas de ajo enteras hasta deshacerles sobre pailas de greda, lo cual daba su aroma y firma exclusiva.


Por el lado de los platos, tenemos el Sole a la Fernand Point, Un tipo de lenguado sobre pastas frescas gratinado con salsa de mariscos. Pero era su salsa la que destacaba, les revelo que poseía generosas dosis de crema, mantequilla, yemas de huevo junto con mucho jugo de cocción (nage) de mariscos






 Auguste Escoffier (1846 a 1935)




Fue conocido como "el rey de los chefs y el chef de los reyes", y dirigió la cocina de los hoteles Savoy (1890-1899) y Carlton (1899-1922) de Londres, lo que le proporcionó renombre mundial. Escoffier inició su carrera culinaria con 12 años y se retiró, con 74, de la cocina del hotel Carlton. Su fama entre la aristocracia y la gran sociedad de su tiempo fue extraordinaria. El emperador alemán Guillermo II le dijo: “yo soy el emperador de Alemania pero usted es el emperador de los chefs”. En 1920 recibió el título de caballero de la Legión de Honor, y en 1928 el de oficial de la Legión; este último le fue otorgado en un banquete presidido por el presidente Herriot en el palacio de Orsay, en París. Ambos premios reconocieron el trabajo que había realizado y difundieron el prestigio de la alta cocina francesa en todo el mundo.

Escoffier fue un fanático de la reforma culinaria. A lo largo de su vida insistió en el refinamiento, perfeccionamiento y modificación de todo lo relacionado con el arte de la cocina. Aligeró las salsas y reforzó los menús con productos de temporada, redujo el tiempo de elaboración de la comida, acortó y modernizó los menús, aceleró el trabajo de los cocineros y los organizó en grupos de modo que las tareas en la cocina fueran eficientes y rápidas. Asimismo, simplificó la decoración de los platos en la cocina y reglamentó lo referente al servicio de la mesa, la presentación, mantelerías, adornos y colocación de centros florales.

Los cambios introducidos por Escoffier en la alta cocina fueron precedidos por la introducción del servicio de mesa ruso en 1860 gracias al trabajo realizado por el gran chef Félix Urbain-Duboi, que simplificó el servicio “a la francesa”, utilizado hasta entonces. Con este método la comida se dividía en tres secciones o servicios. Todos los platos de cada servicio se preparaban en la cocina y se servían después en la mesa. Cuando el servicio se había terminado, todos los platos del siguiente se llevaban de una sola vez. El primer servicio lo constituían desde sopas hasta asados, el segundo estaba formado por carnes frías y verduras y el tercero lo componían los postres.




 Alexis Soyer (1810 a 1858)



 
Cocinero Francés nacido en Meaux en 1809. Tan pronto como fue expulsado del seminario en el que estudiaba por su mal comportamiento, empezó a trabajar en varios restaurantes de París y a la edad de 20 años ya era Jefe de Cocina. Un año después se trasladó a trabajar para el príncipe de Polignac, un inepto político Francés de la época que condujo a su país a la revolución de 1830 conocida como la revolución de Julio.

Dado el malestar político en Francia en ese año, Soyer partió a Londres donde trabajó para varios aristócratas de la época como el Duque de Cambridge o el Duque de Sutherland.

Pero no fue hasta 1837 cuando ingresó en el London Reform Club (club exclusivo para Caballeros situado en Pall Mall) donde empezó a introducir equipos de cocina innovadores en su época como el horno rotatorio a vapor, el horno con temperatura regulable o el refrigerador de agua helada circulante. Fue tal el éxito de estas mejoras que se organizaban visitas guiadas a las cocinas del Club.

Durante la gran hambruna irlandesa de 1847 se traslada a Dublín donde se embarca en un proyecto para poner en marcha una cocina a base de productos de bajo coste para ayudar a combatir la pobreza del momento.

En 1855 se une a las tropas del Ejército Británico en la Guerra de Crimea en donde organiza el suministro de comida en los hospitales militares y organiza el catering de la comida de campaña para las tropas. Las innovaciones que introduce durante este periodo permanecieron vigentes en el Ejército Británico hasta 1935. Alexis Soyer fallece en 1858.


Soyer fue el cocinero más célebre de Londres en esa época, escribió varios libros de cocina e inventó aparatos como el hornillo mágico que permitía cocinar alimentos en la mesa y un cocedor de huevos.

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Antonin Careme (1784-1833)

Fue el fundador de la gran cocina francesa, del estilo clásico de cocinar, por lo que está considerado como “el cocinero de los reyes y el rey de los cocineros”. Sirvió a la realeza europea y dejó una extensa obra escrita dedicada a la formación de cocineros. Destacó por su innovación en la cocina francesa con la elaboración de las llamadas pièces montées o construcciones de pastelería que solían adornar las mesas en los banquetes, y también inventó la cocina fría, los célebres bufés (buffets).

Carême tenía seis años cuando tuvo lugar la Revolución Francesa. Se crió en una familia pobre; su padre lo abandonó en la calle cuando tenía 8 años y se refugió en un restaurante en el que empezó a trabajar como ayudante de cocina, iniciando así su carrera. En 1798 se incorporó a la confitería del cocinero Bailly, la primera y más famosa pastelería de París. Mientras estudiaba allí el arte de la pastelería, aprendió a leer y adquirió un interés por la arquitectura que más tarde manifestó en sus creaciones, ya que diseñaba y elaboraba pasteles de trazado arquitectónico con diferentes masas o pastas, frutas en conservas, cremas y sorbetes.

En la pastelería de Bailly compraba el príncipe de Talleyrand, que alababa siempre su trabajo, así como el propio Napoleón. En 1805, Carême se convirtió en el cocinero de Talleyrand, al que sirvió durante doce años. En 1813 abrió una confitería en la Rue de la Paix. En 1816 fue nombrado jefe de cocina del príncipe Jorge IV de Inglaterra, pero como no soportaba bien el clima británico retornó a París. Más tarde, trabajó como jefe de cocina del emperador Alejandro de Rusia, y sirvió también al príncipe de Württemberg, el marqués de Londonderry, la princesa de Bagration y el barón de Rotschild.


En esta época Carême alcanzó gran fama por la organización de banquetes militares. Su cocina era famosa por sus decoraciones y elaboradas presentaciones, que eran calificadas de grandiosas. Solía acudir a las fiestas como extraordinaire para supervisar la composición de la comida y exponer sus ejemplares montajes o pièces montées. Según un convenio que imponía a sus clientes, le estaba permitido trabajar como extra fuera de la casa a la que servía y atender a su clientela particular. Así, pudo conocer a muchos de los miembros de las casas aristocráticas y a los más destacados cocineros, como el jefe de cocina Laquipièrre, su maestro e instructor. Con este método de trabajo, lograba recabar los secretos gastronómicos de los demás.
                   


Alain Ducasse (1956 )




Nació en 1956 en el suroeste de Francia. Comenzó a trabajar a los 16 años, obteniendo sus conocimientos de la cocina provenzal y mediterránea y fijándose en Alain Chapel como maestro espiritual.

Tiene un estilo caracterizado por llegar a cocer los alimentos a muy bajas temperaturas, con mucho tiempo de cocción. A veces, también utiliza bolsas de vacío para cocer algunos de los alimentos, u otros métodos de cocción avanzados.

En 1981, Alain Ducasse se hizo cargo de la cocina de La Terrasse, restaurante del Hotel Juana, en Juan-les-Pins (ciudad del sureste de Francia),que consiguió tres años más tarde las dos prestigiosas estrellas de la Guía Roja de Michelin. Sin embargo, fue en el Hotel de París de Montecarlo donde adquirió su prestigio internacional; al dirigir Le Louis XV, primer restaurante de un hotel en obtener las tres estrellas Michelin.

Asimismo, esta experiencia fue el comienzo de una carrera meteórica inigualable: en 1998 se convirtió en el primer chef ‘seis estrellas’, ya que obtuvo tres estrellas Michelin por su establecimiento Alain Ducasse del Hotel du Parc de París y otras tres para el monegasco Le Louis XV.

Hoy Ducasse posee el mayor complejo de restaurantes de lujo del mundo, que incluye más de veinte locales en diferentes puntos de Europa, América, Asia y África.

Reanudó o incluso llegó a crear con algunos de sus asociados:

La cadena hotelera “Châteaux et Hôtels de France” especializada en los hoteles de encanto.

Cinco hoteles a los que puso nombre propio

Veinte restaurantes de muy alta gama alrededor del mundo (restaurante “Plaza Athénée” a París, restaurante” Adour Alain Ducasse at the St. Regis New York” a Nueva York, restaurante “Le Louis XV” à Monaco, en Mónaco), tres de ellos recogen tres estrellas de la Guía Michelin.

Un centro de formación

Una escuela de cocina

Y últimamente un 20% de la sociedad de cartera Vega Finance.


El volumen de negocios generados por sus actividades económicas habría ascendido a 44 millones de euros en 2005 y llegaría a dar empleo a más de 1200 colaboradores. De esta forma, es el único francés en formar parte de la clasificación de las cien personalidades más influyentes según la revista Forbes.


Receta destacada:

El jarrete de ternera es una de las recetas más famosa de Alain Ducasse, valorizando un trozo de carne poco conocido, pero delicioso.









Heston Blumethal (1966)



Heston Marc Blumenthal nació en Londres, el 27 de mayo de 1966. Es el chef propietario de The Fat Duck, un restaurante de tres estrellas Michelin votado como “el mejor restaurante del Reino Unido”, en 2007 y 2009, y “mejor restaurante del mundo” por varios chefs, en 2005. En 2006, la reina  le concedió un OBE (Order of the British Empire) por su contribución a la gastronomía británica y, ese mismo año, sus tesis escritas en sociedad con la Universidad de Leer le valieron un Doctorado Honorario de Ciencia.

Autodidacta compulsivo, durante años estudió la gastronomía francesa de los libros, perfeccionando su técnica y viajando por Francia cada verano. En estos viajes visitó restaurantes, viñedos, fabricantes de queso, carniceros y productores artesanos. Su investigación era extensa, cuidadosa y determinó las bases de su vuelo gastronómico.


En 1985, Heston se casa con su actual esposa y tiene tres hijos. La familia siempre fue una clara influencia en su vida, así como un apoyo. Al nacer su segundo hijo, en 1995, compra en Berkshire un local para abrir su primer restaurante, The Fat Duck, un antiguo edificio (de 400 años) a 34 km de Londres. Tuvo algunos problemas para reformarlo, pero lo logró finalmente en el 2000. Comenzó siendo un restaurante burgués francés con platos de cocina tradicional. Pero Blumenthal fue evolucionando, interesado por la ciencia aplicada a la cocina y poniéndose en contacto con varios científicos (físicos, químicos, psicólogos) en la búsqueda de nuevas técnicas e investigando la relación de los sentidos en el acto de la comida y la psicología de los sabores. Todas estas colaboraciones lo han ayudado a crear platos y técnicas sorprendentes, que le valieron ser considerado uno de los cinco mejores chefs del mundo.

Receta destacada:

"sonido de mar"








Ferran Adria (1962)





Nació el 14 de mayo de 1962, en Santa Eulàlia, provincia de Barcelona. Realizó sus estudios básicos en esta ciudad, y en un principio la idea fue seguir estudiando Ciencias Empresariales. Durante estos años vivió con su familia, Ginés Adriá;, Josefa Acosta y su hermano Albert.

En 1980 abandonó los estudios, y consiguió un trabajo como friegaplatos en el pequeño Hotel Playafels de Castelldefels, en donde el chef del restaurante del hotel lo inició en la cocina clásica. Entre 1981 y 1982, se fue a Ibiza (concretando su sueño), y al regresar a Barcelona desempeñó distintos cometidos en varios establecimientos de restauración, hasta que ingresó en el prestigioso restaurante Finisterre, en el que permaneció hasta que tuvo que hacer el Servicio Militar, donde formó parte del equipo de cocina del Capitán General (lo cual le sirvió de una gran experiencia).

En agosto de 1983 tuvo la posibilidad de entrar a trabajar en El Bulli, donde conoció a quien por aquel entonces era director de sala, Juli Soler. Al poco tiempo se le ofreció el puesto de jefe de partida. Desde ese momento su carrera estuvo vinculada de forma incondicional al progreso que El Bulli fue haciendo con el tiempo. El restaurante se ha convertido en uno de los puntos más importantes de la gastronomía mundial, mientras que el propio Ferran Adriá; ha sido reconocido como uno de los grandes cocineros del mundo.

Considera como sus maestros a toda una generación de la nouvelle cousine (Michel Guirard, Alain, Jacques Maximin), y en España tiene como referente a Juan Mari Arzak. Pero Ferran superó las enseñanzas recibidas, investigando por propia cuenta para alcanzar un lugar privilegiado como cocinero del mundo.

Ferran Adriá;, a sus 43 años, ha sido protagonista de las portadas de los más prestigiosos medios de todo el mundo: Time, Le Monde, The New York Times, El País. Se ha convertido en un mito de estos días, donde un nuevo arte, la cocina, se propaga por el globo; y donde además la expresión de la inteligencia y de la creatividad hacen la diferencia.


La originalidad, la singularidad y la innovación de Ferrán Adría se plasman en sus comidas, logrando creaciones únicas y a su vez, a través de su esmerada y compleja investigación, que la cocina española haya superado a la francesa, conquistando a los gourmets de EE.UU. y al propio New York Times.

Ha dicho en alguna oportunidad: "Hoy, con los progresos de la comunicación, la cocina ya no es un monopolio europeo o americano". "El mundo es grande. China, Japón, Brasil... el futuro nos permitirá compartir las culturas. Es lo contrario de la globalización".

En su cocina se puede apreciar un derroche de imaginación, trabajo, provocación y un talento innato, que se caracteriza en algo tan simple como no copiar a otros. Para él, la gastronomía implica que el comensal use y aplique todos sus sentidos; esto es, utilizar tanto la vista, el aroma y el gusto como, Ferran se empeña en esto, el tacto, esencial en las texturas, e incluso el oído, escuchando el crujido de algunas de sus preparaciones. Esto es lo que hacen los pediatras con los niños, pero evidentemente algo que el hombre no debe de dejar jamás, la posibilidad de poder con cada bocado volver a conocer nuevas sensaciones.



Su cocina de autor está basada en tres principales cuestiones: el uso de los productos de la zona y de temporada, el uso de una técnica profesional y exquisita, conociendo las bases culinarias, y una profunda investigación, en la que además de lograr platos trata de que estos adquieran una razón de ser, no mezclando ingredientes porque sí sino tratando de darles un sentido real.

Ferran es además un experto en la "deconstrucción" de platos, lo cual consiste en modificar las texturas, temperaturas y el modo de combinar los ingredientes; por ejemplo, espumas, granizados, gelatinas frías y calientes, las croquetas líquidas, etc.


A consecuencia de la excelencia en su trabajo, Ferran ha sido mundialmente reconocido con: las tres estrellas de la Guía Michelín, 19 puntos en la Gault-Millau, así como la máxima puntuación de la Guía Campsa, premio al mejor restaurante de la Guía Gourmetour de 1996, el Premio Nacional de la Academia Española de la Gastronomía y los Premios al Mejor Libro de Cocina de Autor y el Grand Prix de l´Art de la Cuisine de la Academia Internacional de Gastronomía.

Recetas destacadas:

"guisante con jamón"







Juan Mari Arzak (1942)





Juan Mari Arzak nació en 1942 en San Sebastián y a los 10 años se marchó a estudiar a El Escorial (Madrid). A los 19 años empezó sus estudios en la Escuela de Hostelería de la casa de Campo de Madrid, tras lo cual hizo varias prácticas en el extranjero (restaurante Sandersens –París–, restaurante Girarder –suiza–, etc.) para volver al restaurante de su familia en 1966, para empezar a hacerse cargo del mismo.

En 1974,  otorgan Juan Mari Arzak el Premio Nacional de Gastronomía al mejor cocinero, el primero de una larga serie de reconocimientos, entre los que se hallan también el Premio al Mejor Restaurante (desde 1985 en varias ocasiones) o el Gran Premio del Arte de la Cocina como mejor cocinero de Europa otorgado por la Academia Europea de Gastronomía.


En 1976 asistió a la primera mesa redonda de gastronomía organizada por la entonces recién nacida revista Club Gourmets (la cual, en 1983 y en 1984, lo reconoció como mejor cocinero de España y mejor restaurante de España, respectivamente). La intervención en dicha mesa de Paul Bocuse, por entonces uno de los cocineros más importantes del mundo, llevó un par de meses a Juan Mari Arzak (junto a a su buen amigo Pedro Subijana, chef del Akelarre) al restaurante de Lyon que regentaba el afamado chef para profundizar en la Nouvelle Cuisine. De ahí la base del movimiento de la Nueva Cocina Vasca, de la que Juan Mari Arzak se convirtió en uno de sus principales representantes, junto a Subijana, y que se desarrolló en la década siguiente, universalizando la cocina vasca e innovándola sin perder su raíz.

Recetas destacadas:

"guiso de ternera en su tinta"







Michel Bras (1946)





Nacido en 1946 en Gardiac, en la región francesa de Aubrac, Michel Bras empezó en la cocina a través de su madre y el hotel restaurante familiar Lou Mazuc. No estudió en ninguna escuela de cocina ni hizo stages en otros restaurantes, sino que estudió por su cuenta en libros acerca de cocina, filosofía y fotografía.

Cocinando por intuición, como siempre ha hecho, Michel Bras heredó el negocio familiar cuando contaba con 33 años, y su estilo creativo, amarrado a las raíces y a la fidelidad al producto, llevaron al Lou Mazuc a tener dos estrellas Michelin.

En 1992 abrió el hotel restaurant Michel Bras en Laguiole, consiguiendo así el sueño de crear un restaurante en medio de la naturaleza. Y así está concebido, un edificio vanguardista de vidrio y pizarra, situado en la ladera de una colina, que de lejos parece que flote y, desde dentro, ofrece una vista panorámica a los paisajes de la región de Aubrac. En 1999, el restaurante contaba con tres estrellas Michelin, y en 2003 pasó a cambiar el nombre por Bras, ya que se incorporó su hijo Sébastien, quien pidió se retirara al restaurante de la afamada guía en su edición de 2018 para poder trabajar con menos presión. Paralelament, en 2002, Michel Bras abrió otro restaurant en el Windsor Hotel Toya de Hokkaido (Japón), y una brasería en Rodez, cerca de su lugar de nacimiento.



Una cocina anclada en Aubrac




Y es que Aubrac juega un papel esencial en la cocina de Michel Bras. Es una región casi virgen y salvaje, donde se hace inevitable el contacto con la naturaleza. Y este amor a la naturaleza es el elemento clave en la filosofía creativa de Bras, concretada en una cocina de las emociones y el respeto al producto. 



Conceptualizando sabores y texturas de los vegetales como una paleta de sabores y texturas, Bras es considerado un genio culinario de la flora y la vegetación por ser de los primeros en emplear plantas silvestres y flores comestibles. Sin embargo, al principio no siempre se le entendió. Su primer menú enteramente de verduras es del año 1983 y, sin embargo, tuvo que aparcarlo durante años.

Hoy día es célebre (e imitado) por creaciones como el Gargouillou de verduras, un plato compuesto por más de treinta verduras diferentes cocinadas por separado que se saltean ligeramente al final con una loncha de jamón, y a las que se les añaden varios brotes y hierbas aromáticas, creando un delicado equilibrio para todos los sentidos. Y es que los platos de Bras no sólo están pensados para excitar el sentido del sabor, y de ahí que sus presentaciones también hayan creado escuela.


La técnica al servicio del producto, y nunca al revés, es otra de las bases filosóficas de la cocina de Michel Bras. Y esto lo demuestran creaciones como el hoy día famoso coulant de chocolate, inventado por el chef francés.





CHEF COLOMBIANOS


Jorge Rausch 



Jorge Rausch Wolman nació en Bogotá en 1970. En la actualidad es una de las caras más reconocidas de la gastronomía colombiana. En su restaurante Criterión se pueden degustar platos de inspiración gastronómica francesa, además de una extensa bodega de vinos internacionales. Se formó en la Tante Marie Culinary Academy de Londres y trabajó en Le Manoir au Quattre Saisons en Oxford y en Sally Clarke en Londres. Con el Criterión ha sido reconocido en los premios La Barra como Mejor Restaurante y Mejor Chef en los años 2009 y 2010. Además del “Five Diamond Star Award” Junto a su hermano Mark, ha desarrollado otros conceptos gastronómicos.


Jaime Alzate Londoño



En el gremio de la educación en cocina y hostelería, Jaime Alzate es un maestro eterno. Cuando se fundó el programa de formación en hotelería del Sena, en los años 70, él estaba entre sus profesores. “Y en el Externado llevo el mismo tema hace 15 años”, cuenta este profesor, cuya Guía profesional de cocina se convirtió en el libro de consulta de los estudiantes de cocina en el país, desde su publicación en 1981.

Era un librito sencillo, a blanco y negro, con dibujos, que acompañó a muchos cocineros hoy reconocidos. “Con este estudió Harry Sasson, cuando pasó por el Sena”, dice Alzate, que 34 años después de su primera edición, acomodó algunos detalles de su guía a los nuevos momentos, le puso fotos a color, tapa dura y prólogo de Lácydes Moreno. Lo presenta para que siga su camino como clásico del aprendizaje en materia de cocina en el país.

En los 80, Alzate viajaba mucho y se suscribía a revistas especializadas que no tenían la inmediatez actual. “Me llegaban 11 meses después –dice–. Entonces, hice un pequeño texto de enseñanza de cocina. Me lo reseñaron en EL TIEMPO y décadas después lo mencionaron como el libro que, para los aspirantes a cocineros, era como el álgebra de Baldor para estudiantes de bachillerato”.

El libro original tenía no solo técnicas básicas de cocina y recetas que ayudaran a ejemplificarlas, también un capítulo sobre cocina colombiana que en esta nueva edición quedó por fuera. “Con la cocina colombiana tengo material para un libro diferente. Quisiera un libro de técnicas de la cocina colombiana que le diga a la gente cómo se hace un tamal, un envuelto, una arepa y después aplicarlo a lo que quiera”.


El valor de su guía, dice el profesor, está en la forma como llegó a todas partes. “Voy a pueblos pequeños y me encuentro a un cocinero y me dice: Gracias, profesor, porque aprendí de su libro”.


Catalina Velez





Nació en Pereira, Colombia, en 1978. Su formación académica complementa las disciplinas de Administración de Empresas con su titulación de chef, obtenida en The Art Institute of Atlanta, en USA. Más tarde, adquirió su certificación Cordón Bleu en Paris.

Todavía una estudiante en Atlanta, tuvo la oportunidad de trabajar junto a los chefs más reconocidos de la ciudad, además de participar con gran éxito en diversos concursos gastronómicos.

Ya de vuelta en Colombia, se abocó al desarrollo de su proyecto culinario propio, una cocina contemporánea de inspiración asiática con técnica francesa, a la vez que ganaba reconocimiento en su país y en el exterior a través de una activa participación en certámenes y eventos internacionales.

Hoy, establecida como una importante figura de la gastronomía de su país y dirigiendo su propio restaurante en Cali, Catalina se ha dedicado activamente a diversas causas vinculadas con el redescubrimiento de productos autóctonos, apoyando y difundiendo las ventajas del consumo de cultivos desarrollados en un marco de economía social y agricultura orgánica, acompañando el crecimiento de redes de proveedores regionales sin intermediarios.

Es también participante y vocera de proyectos centrados en la enseñanza y difusión de mejores prácticas alimentarias y nutricionales, tanto desde la elección de productos hasta el fortalecimiento de lazos familiares y sociales a través de la cocina y la alimentación.


Catalina forma parte de elgourmet.com desde 2009, donde continúa revelando al continente los secretos de una gastronomía siempre en ascenso.



Leonor Espinosa




es una reconocida chef colombiana.

Propietaria del restaurante leo, ubicado en el centro internacional en la ciudad de bogota. leo rinde culto a las tradiciones gastronómicas de Colombia. leo fue calificado en el 2007 como uno de los 82 mejores restaurantes del mundo por la revista británica conde nast traveller y desde 2014 ha figurado en la lista de los mejores restaurantes de latinoamérica según la lista de s. pellegrino latin americas's 50 best restaurants, la cual también le otorgó el premio a la mejor chef femenina de latinoamérica 2017. leo es el primer restaurante de colombia en entrar en 2018 a la lista de los 100 mejores del mundo por the world’s 50 best restaurants, en el puesto 99, y en 2019 en la lista de los 50 mejores del mundo, en el puesto número 49. leo es una parada obligatoria para visitantes y viajeros por ser un restaurante emblemático destacado por celebrar el fogón nacional a través de su carta.

Su más reciente concepto, Misia, con dos sedes, una en la zona G y otra en Cartagena, en el centro comercial La Serrezuela, promueve los sabores de la cocina del Caribe colombiano, siendo fiel a las tradiciones culinarias ancestrales, haciendo un homenaje a la comida de su infancia.

Leo, como cariñosamente la llaman, ha sabido acrisolar tradición, memoria y creatividad. Su propuesta culinaria reivindica la vertiente popular y autóctona de los sabores colombianos, combinando el arte contemporáneo con la investigación de campo, la visión antropológica y la inmersión geográfica en distintos lugares del país.

Su formación profesional parte de estudios de economía, publicidad y artes plásticas. En 2008 su vocación por la investigación gastronómica, la llevó a materializar sus incursiones sociales a través de la Fundación Leo Espinosa, mediante la cual crea iniciativas que difunden estos conocimientos a comunidades campesinas, indígenas y afrodescendientes del país, como una forma busca retribuir lo aprendido de la cultura popular.

Su propuesta culinaria actual se denomina CICLO-BIOMA se basa en el estudio periódico de las especies biológicas promisorias de diferentes biomas y ecosistemas colombianos para ser usadas en la culinaria y en el maridaje actual.. En cada bioma, trabaja con biólogos, agricultores y productores para dar paso a una cocina de productos locales recreados en la memoria de los saberes de su país.


En 2017 Leonor Espinosa recibió el Basque Culinary World Prize 2017, premio que se le otorga a los chefs que presenten proyectos innovadores que demuestren que la gastronomía puede traducirse en un motor de cambio en ámbitos como el de la innovación, educación, medio ambiente, desarrollo social o económico, salud o, en general, que impactan positivamente la industria alimentaria. Gracias a años de trabajo conjunto con organizaciones de desarrollo y comunidades étnicas de Colombia a partir de proyectos sociales implementados por la Fundación FUNLEO, Leonor fue premiada con el más importante reconocimiento a cocineros comprometidos con una causa social. El premio impulsado por el Basque Culinary Center y el Gobierno Vasco en el marco de la estrategia integral del País Vasco, con la que se pretende ser un referente a nivel internacional en materia gastronómica, conscientes de la relevancia que tiene y puede alcanzar este sector y entendiendo la gastronomía como parte de la cadena de valor de la alimentación.




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