miércoles, 25 de septiembre de 2019

CAPITULO 8: TÉCNICAS DE COCCIÓN

           


MÉTODOS DE COCCIÓN 

Son una técnica culinaria con la que se modifican los alimentos crudos mediante la aplicación de calor para su consumo. Hay muchos alimentos que necesitan una modificación química para hacerlos digestivos y también hay alimentos que se pueden consumir crudos, pero mediante la cocción podemos hacerlos más sabrosos y apetitosos, se modifica su aspecto y su textura, y su garantía sanitaria se ve aumentada porque la cocción destruye casi todos los microorganismos.





      COCCIÓN EN SECO, COCCIÓN EN MEDIO AÉREO O POR CONCENTRACIÓN


Al horno:



El horneado o cocido al horno es un método de cocción que consiste en cocer un alimento sometiéndolo a la acción indirecta del calor en un ambiente seco. Las temperaturas empleadas oscilan entre los 100 y 250°C, dependiendo del tamaño de la pieza y del resultado final que queremos obtener. Se trata de un proceso muy parecido a asar, solo que en el asado el calor de aplica de forma directa.

Aplicaciones:

Solomillos, patatas, soufflés, bizcochos, galletas, pan...

Recuerda:

 El horno siempre debe precalentarse a la temperatura que queremos cocinar.

No debes pinchar las piezas horneadas para que no pierdan su jugo.




A la plancha:


El asado a la plancha o sartén es una técnica de cocción en la que aplicamos calor seco directo al alimento a una temperatura entre 80 y 260 °C, y donde el calor proviene de un fogón de gas o vitrocerámica (es decir, por conducción).


Aplicaciones:

 Existen numerosas recetas para hacer a la plancha (bogavante, atún, magret, huevos…)

Recuerda:

El asado preserva al máximo el sabor de cada alimento, ya que no se mezcla con líquido.

Se aconseja añadir sal al final de la cocción. También podemos enriquecer la elaboración con pimienta, aceites aromatizados, etc.

A la parrilla:



Es una técnica de cocción en la que aplicamos calor seco directo al alimento a una temperatura entre 160 y 180 °C, y donde el calor proviene de brasas naturales. Esto confiere al alimento un sabor especial gracias al aroma que desprende el carbón o la leña.

Aplicaciones:

Carnes a la parrilla (entrecot, solomillo a la sevillana, filete, chuletas…).

Parrillada de verduras, calçots…

Recuerda:

 El asado preserva al máximo el sabor de cada alimento, ya que no se mezcla con líquido.

 Se aconseja añadir sal al final de la cocción. También podemos enriquecer la elaboración con pimienta, aceites aromatizados, etc

Gratinar:




No es realmente un método de cocción sino un proceso que se utiliza como segunda cocción, es decir, como acabado de una elaboración.

En esta técnica se aplica calor seco indirecto a una temperatura de unos 250°C y el objetivo principal es aportar un toque crujiente al exterior del alimento potenciando el sabor, color y textura.

Para conseguirlo, previamente debemos cubrir la elaboración con una base de queso o pan rallado. De hecho, es una técnica muy parecida al glasear, solo que en esta última se aplica una base compuesta de huevo.

Aplicaciones:

Preparaciones como la lasaña de carne, lenguado gratinado, canelones de espinacas y tostas, requieren de una segunda cocción basada en el gratinado.

Recuerda:

Al gratinar conseguimos que los alimentos tengan mejor apariencia haciéndolos más apetitosos y aportamos un toque de sabor.

Rustir:


Es una técnica de cocción que consiste en cocer un alimento sometiéndolo a la acción directa del calor en un ambiente seco. Igual que en otras técnicas de asado, las temperaturas empleadas pueden oscilar entre los 80 y 260 °C., ya que a veces nos interesa dar un golpe fuerte de calor y otras cocer suavemente.

Aplicaciones.

 Carnes y pescados normalmente grasos. Pollo , chuletas asadas…

Recuerda:

Rustir y asar se utilizan como sinónimos, sobre todo en el norte de España.

Se aconseja añadir sal al final de la cocción (aunque salemos previamente). También se puede enriquecer la elaboración con hierbas aromáticas

Baño maría:



Cocer al baño maría es una técnica que consiste en cocinar los alimentos dentro de un recipiente con agua sin que entren en contacto con ella. Para ello colocamos el alimento en un cazo, bol o vaso de flanera y luego sumergimos este recipiente en otro mayor que contenga agua (olla, cazuela, placa de horno…).

Normalmente se trata de una cocción prolongada y a baja temperatura (no superior a 100°C) y puede hacerse tanto en un horno como sobre fuego directo.

Aplicaciones:

 Flanes, terrinas, pudin de chocolate, melocotón en almíbar…

 Crema inglesa, crema holandesa…

Recuerda:

En caso de utilizar el horno no olvides algunos consejos básicos como precalentarlo a la temperatura que queremos cocinar y abrirlo el menor tiempo posible para que no disminuya la temperatura durante la cocción.


Al vacío:




La cocción al vacío consiste en cocinar un alimento previamente envasado al vacío. Para ello debemos introducirlo en una bolsa termo resistente, extraer el aire y cerrarla herméticamente. Después la cocción se realiza en un ambiente húmedo (agua o vapor) a una temperatura inferior a la de ebullición, normalmente entre los 50 y 70°C.
Con este tipo de cocción conseguimos preparados muy sabrosos ya que los alimentos se cuecen exclusivamente en sus propios jugos, sin la presencia de oxígeno. También conseguimos un resultado muy tierno, ya que la bolsa retiene la humedad durante la cocción.


Aplicaciones:

Carnes blancas y rojas, verduras y hortalizas, pescados y mariscos, frutas…

Recuerda:

Los alimentos deben envasarse fríos. Si los envasamos calientes, no conseguiremos un vacío real y podemos perjudicar la pieza.

En el caso de las frutas y verduras es conveniente blanquearlas antes de envasarlas, ya que corremos el riesgo que se fermenten durante la cocción al vacío.
Esta técnica nos ayuda a organizarnos mejor en la cocina, ya que podemos cocinar los alimentos con antelación






 COCCIÓN EN MEDIO LÍQUIDO O HÚMEDO


Hervir:
Es un método de cocción que consiste en cocer un alimento con líquido llevándolo a ebullición, es decir, a una temperatura de 100ºC. A partir de ahí la temperatura no aumenta más, sino que el líquido se evapora.

Aplicaciones:

El hervido es un método de cocción que se emplea tanto para la elaboración final de alimentos como para su pre-elaboración y también como técnica complementaria a otras.

Recuerda;

Si hervimos en un recipiente tapado lo haremos más rápidamente y perdiendo menos nutrientes.

En las diferentes técnicas para hervir hay que añadir la sal cuando el líquido llega a ebullición.- A mayor altitud, el agua hierve a una temperatura menor. En ese caso deberás cocer los alimentos durante más tiempo.


Blanquear o Escaldar:





Se trata de una cocción corta que en el caso de las hortalizas dura entre 1 y 3 minutos.
Es importante enfriar los alimentos con agua para detener el proceso de cocción. Para hacerlo de manera más efectiva, podemos añadir unos cubitos de hielo en el agua.
Con este proceso evitamos que los vegetales pierdan color, textura, aromas y vitaminas. No obstante, al hervir y enfriar, se pierden vitaminas del grupo B y la vitamina C.



Aplicaciones

Blanquear puede servir para obtener la cocción justa de un alimento o para prepararlo para una elaboración posterior.

 También se utiliza para quitar impurezas (huesos, carnes, espinazos de pescado…).

También se aconseja blanquear para desprender con mayor facilidad la piel de algunos vegetales y para fijar colores en las verduras.

Recuerda:

 Las cocciones en líquido son las que hacen perder más nutrientes a los alimentos. Para minimizar esta pérdida utiliza la mínima cantidad de agua, ajusta los tiempos de cocción y aprovecha el líquido para otras elaboraciones.

Recuerda que, a mayor altitud, el agua hierve a una temperatura menor.

No añadas sal hasta que el agua llegue a ebullición.

Escalfar o Pochar:


 Es una técnica de cocina que consiste en cocer un alimento en líquido durante un tiempo corto a una temperatura entre 65º C y 80º C. La duración de la cocción variará dependiendo del alimento.

Esta cocción suave se emplea para ablandar alimentos sin que pierdan jugosidad. Con ella también provocamos un leve intercambio de sustancias aromáticas entre el líquido de cocción y la pieza cocinada.


Recuerda:

El plato más conocido son los huevos poché o escalfados.

Pochar y escalfar son términos sinónimos, aunque se suelen utilizar de manera distinta. Se suele hablar de escalfado cuando se cuece con agua y de pochado cuando se cuece con grasas.

 Al escalfar con líquido abundante es habitual añadir vinagre ya que ayuda a que las proteínas se mantengan unidas (por ejemplo, cuando cocinamos huevos con cáscara).




Cocción al vapor:


Cocinar al vapor es una técnica que consiste en cocinar los alimentos solo con vapor de agua, sin sumergirlos en líquido ni en grasa. Cocer de este modo tiene diferentes ventajas:

Los alimentos pierden menos vitaminas que cuando se hierven.
También son más sabrosos ya que pierden menos jugos al no estar en contacto con ningún líquido.

 Los alimentos conservan mejor su color, textura y volumen. También evitamos que ciertos alimentos se rompan.

 En comparación con otras técnicas, se necesita menos tiempo de cocción.

Aplicaciones:
 Casi todos los alimentos responden bien a la cocción al vapor, una técnica muy habitual en la cocina oriental. En nuestro país quizás la receta más conocida sean los mejillones al vapor.

Recuerda:

Si cocinamos diferentes alimentos juntos, deberán tener el mismo grosor y aplicarles el mismo tiempo de cocción.

 Cocinando al vapor no mezclamos ni disfrazamos los sabores (como al guisar). Por eso la calidad y frescura del producto es especialmente importante.

También puedes cocinar al vapor con olla exprés. En ese caso necesitarás un utensilio complementario (la rejilla para colocar los alimentos).

Los alimentos cocidos al vapor deben contener pocas grasas ya que estas no se calientan lo suficiente para que se fundan.




COCCIÓN EN MEDIO GRASO

Freír: 



Es uno de los métodos de cocción básicos en cocina. Consiste en sumergir alimentos en una grasa o aceite a alta temperatura (130 – 200ºC), normalmente durante poco tiempo dependiendo de la naturaleza y grosor del alimento.

Recuerda:

Antes de freír es fundamental secar bien los alimentos. El agua disocia la grasa y hace que los alimentos salpiquen al sumergirlos.

Los alimentos fritos no se deben pinchar para que no absorban grasa. Para servirlos debemos escurrir la grasa sobre papel absorbente o una rejilla.

 Debemos freír poca cantidad de género para que no disminuya la temperatura (y el alimento absorba menos grasa).

 Es importante no tapar los alimentos tras freírlos para que no pierdan su textura. Se aconseja servirlos inmediatamente.



Rehogar y sofreír:


El rehogado es una técnica de cocción que se basa en cocer los alimentos en un medio graso (aceite o mantequilla) y a fuego suave (entre 50 y 80 °C). El objetivo es que el alimento suelte sus jugos debido a la acción del calor.

Esta técnica tiene muchas similitudes con el sofrito. La diferencia fundamental es que en el rehogado la cocción es mucho más rápida que en el sofrito.

Aplicaciones:

Es habitual rehogar verduras para utilizarlas luego como base o complemento de otros platos. De este modo conseguiremos una textura suave del alimento. Se rehogan, por ejemplo, las verduras que posteriormente incluyes en un caldo.

Recuerda:

 Esta técnica también se denomina sudar o caer a blanco. En el caso del rehogado en blanco tapamos la elaboración para que no se evapore el agua y evitando de este modo que las hortalizas adquieran color.

 En esta técnica utilizamos sartenes poco profundas y una cantidad mínima de grasa (aceite o mantequilla).

 En el caso de utilizar mantequilla deberemos eliminar el exceso de agua calentándola primero y decantándola después.


Saltear.



El salteado es una técnica de cocción a alta temperatura (150 – 175 °C) y con poca grasa. En ella debemos tener especial cuidado en utilizar poca cantidad de producto y cortarlo todo igual (a trozos o en láminas).

Se trata de una derivación de la fritura con poca grasa que se distingue básicamente por el movimiento que aplicamos a la sartén.

Aplicaciones:

Esta técnica puede emplearse como primera cocción de un alimento para dorarlo y que no pierda su juego en una segunda cocción.

También se emplea como cocción principal en platos como el salteado de verduras, salteado de arroz con gambas…

Recuerda:

 Con el jugo que quede en el salteado puedes elaborar una salsa haciendo un desglasado, es decir, añadiendo algún líquido para extraer y mezclar los jugos de la sartén. Este líquido puede ser un caldo, un vino, etc.

Dorar: 




Es una técnica de cocción que consiste en cocer un alimento con grasa (mantequilla o aceite) durante un tiempo corto (unos dos minutos) a una temperatura de 120 °C.

Con esta técnica se persigue conseguir un color dorado en el alimento. Esta técnica se relaciona con alimentos muy diversos con el fin de tostar su parte externa: carnes y pescados, cebollas, etc.

Hay que tener en cuenta que también se pueden dorar alimentos sin añadir grasa, siempre que estos la contengan y desprendan con la acción del calor.

Paralelamente, otros métodos de cocción pueden aportar también este color dorado a los alimentos, como el gratinado o el horneado.

Aplicaciones:

 El término “dorado” también se emplea en relación a otras elaboraciones culinarias, como cuando freímos mantequilla y harina para obtener un roux. En este caso el tiempo de cocción debe ser mínimo (30 segundos).

Recuerda:

Tras dorarlos, se aconseja no tapar los alimentos para que no pierdan su textura.

En caso necesario, puedes dejarlos reposar en papel absorbente para eliminar parte de la grasa y obtener un plato con menos calorías.

No olvides algunos consejos básicos para freír: no pinches los alimentos para que no absorban grasa y no reutilices el aceite.



COCCIÓN MIXTA O COMBINADA

Guisar: 


Es un método de cocción a fuego lento en el cual se aplican temperaturas que oscilan entre los 75 y 100°C, buscando como máximo un leve hervor.

Cuando hacemos un guiso es habitual aplicar una primera cocción al ingrediente principal, bien sea dorándolo o sellándolo. El tiempo de cocción suele ser aproximadamente de una hora.

Aplicaciones:

Esta técnica es la base de cocidos, potajes, raguts, caldos, sopas. También se puede aplicar tanto a carnes como pescados. Algunas recetas relacionadas son el pollo guisado, guiso de calamares, pulpo guisado…

Recuerda.

Guisar es un tipo de cocción mixta porque se producen dos procesos a la vez:
a) La concentración del sabor. Los jugos se mantienen en el interior del producto.
b) La expansión del sabor. Se pierden parte de los jugos de los alimentos, que se acaban mezclando entre ellos.

 También es una cocción mixta, en el sentido que cocemos con líquidos y grasas a la vez.

Brasear.



Es un método de cocción que en el que se aplican dos técnicas:

Primero se doran los alimentos al horno en una bracera (cazuela baja con tapa) o cualquier cazuela para formar una cubierta exterior que evite que los jugos se pierdan desde el principio (sellado). Este proceso es breve, se hace con grasa (generalmente aceite) y a fuego vivo, este proceso aporta color a la pieza. Se añaden verduras cortadas (breza) y se deja dorar a fuego bajo hasta que estén cocidas.

 Después se aplica una segunda cocción con líquido. El líquido empleado puede ser un fondo, vino o agua y con él deberemos cubrir una cuarta parte de la pieza. Esta cocción es prolongada y requiere mojar constantemente la pieza, voltearla y normalmente añadir algo más de líquido durante el proceso.

Las temperaturas empleadas en este proceso oscilan entre 160-180°C. Normalmente se cocina al horno aunque también se puede hacer sobre fuego. En cualquier caso el recipiente siempre debe estar tapado.

Aplicaciones:

 Pescados, hortalizas y grandes piezas de carnes duras como la pierna de cordero.

Recuerda:

 Brasear es una tipo de cocción mixta porque se producen dos procesos a la vez:
a) La concentración del sabor. Los jugos se mantienen en el interior del producto.
b) La expansión del sabor. Se pierden parte de los jugos de los alimentos, que se acaban mezclando entre ellos.

 También es una cocción mixta, en el sentido que cocemos con líquidos y grasas a la vez


Cocción a a la inglesa en papas:



Es una técnica de cocina utilizada comúnmente con los vegetales que consiste en hervir en abundante agua y sal. Cuanto más duros sean los vegetales, mayor cantidad de sal habrá que agregar. Se recomienda agregar tanto los vegetales como la sal cuando el agua ya esté hirviendo.



Este método garantiza que los alimentos conserven su color original, nutrientes y se potencie el sabor. Es importante tener en consideración que, cuanto más duro es el vegetal, mayor debe ser la cantidad de sal que se emplea. Expertos en cocina recomiendan que tanto la sal, como los vegetales sean añadidos cuando el agua entre en hervor







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